La mercancía se distribuye directamente al cliente sin pasar por un periodo de almacenamiento previo. La mercancía permanece en el almacén por muy poco tiempo después de su recepción. Además, no se produce su colocación en las estanterías y, por ello, tampoco es necesario realizar el proceso de picking.
Fases:
I- Programación de la distribución por parte de los proveedores.
II- Recepción de la mercancía en almacén.
III- Registro y revisión de la carga recibida como parte del procedimiento de control de calidad.
IV- Vuelta a embalar, consolidación de los pedidos (si es necesario) y expedición de la mercancía.